YUCA PARA COMBATIR EL CÁNCER...






La yuca, o mandioca, es un arbusto nativo de América del Sur. Se cultiva extensamente en áreas tropicales y subtropicales por su raíz comestible.

Proporciona numerosos beneficios para la salud, entre ellos se pueden mencionar:

-Aumento de la circulación y la cantidad de glóbulos rojos

-Promoción del aumento de peso saludable

-Reducción del colesterol

-Protección contra defectos de nacimiento

-Mejora de la digestión

-Prevención de la diabetes

-Protección de la densidad mineral ósea

-Mantiene el equilibrio de fluidos dentro del cuerpo.

Es rica en componentes B17. Esto es lo que sucede cuando alguien que sufre de cáncer come mandioca (yuca): Una vez consumida la mandioca, la vitamina B17 se combina en la célula humana normal con una enzima llamada Rhodanese, que descompone el B17 en tres azúcares. La célula cancerosa, que es una célula inmadura, tiene una enzima diferente, beta-glucosidasa, que rompe el B17 en glucosa, benzaldehído y ácido cianhídrico. El ácido cianhídrico actúa como una cápsula de cianuro “LTTE”, matando a la célula cancerosa.

¿Por qué es tan importante la yuca?

Se disfruta en todo el mundo, gracias a su excepcional composición de carbohidratos, minerales, vitaminas y compuestos orgánicos.

Estos abarcan un nivel extremadamente bajo de grasas saturadas, sodio y colesterol. También está cargado con fibra dietética, proteínas y buen colesterol.

Además, contiene miembros del complejo de vitamina B, incluyendo ácido fólico, B6 y ácido pantoténico, así como manganeso, hierro, cobre, calcio y selenio.

Sin embargo, hay precauciones que debe tomar al prepararla:

En primer lugar, nunca coma jengibre con yuca, o incluso después de comer yuca. Los graves riesgos de mezclar el jengibre con ésta son bien conocidos en Sri Lanka.

Cuando se prepara para el consumo, verifique si el tubérculo tiene una línea azul al pelarla para cocinar. La presencia de una línea azul es indicativo de emergencia de cianuro, por lo que debe ser rechazada.



Cocinar la yuca en una olla de barro. Usted llena la olla con agua en la que el agua cubre completamente la yuca. No cubra la olla con una tapa. Una vez que hierva, deseche el agua en la olla.

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